Mandalas


Los mandalas son representaciones simbólicas espirituales y rituales, utilizadas en el budismo y en el hinduismo. Otras culturas también tienen representaciones mandálicas, como el arte cristiano medieval, iglesias góticas, el mundo andino, los pueblos indios... En la tradición india y tibetana se utilizan para meditar y calmar el espíritu, para los budistas su función es la meditación y para otras religiones es símbolo de sanación, unión e integración.

La palabra mándala procede del sánscrito y significa "círculo", representando de esta manera la unidad, la armonía y la infinidad a través del equilibrio. Se representan como un círculo inscrito dentro de una forma rectangular.

¿Qué beneficios obtenemos con los mandalas? Al crear o dibujar mandalas se activa en nosotros mecanismos físicos (acción de dibujar o pintar), mentales (surge la creatividad al elegir y organizar los colores) y psicológicos (conectamos con nuestras emociones). Tomarnos este tiempo nos ayuda desconectar la mente, a reducir los niveles de estrés, mejorar nuestra capacidad de concentración y fomentar nuestra creatividad. A continuación enumero sus efectos y beneficios:

  • Estimula la creatividad.
  • Mejora la psicomotricidad fina.
  • Aumenta nuestra atención.
  • Expresamos emociones a través de los colores.
  • Nos ayuda a reducir los niveles de ansiedad, llegando a un estado de calma.
Los mandalas han sido reconocidos como elemento terapéutico para la psicología. Jung ya hablaba del uso de estas representaciones para facilitar la concentración, transformación y asimilación de los aspectos inconscientes. Pero también son usados por otras ramas, considerando a los mandalas como un ejercicio para conseguir una conexión profunda o como herramienta para trabajar las funciones superiores (memoria, atención, coordinación visoespacial y percepción).

En cuanto al uso de los colores que se emplean en el dibujo de los mismos, cada uno de ellos es parte fundamental y tiene un significado diferente con los que puedes expresar sentimientos:

Blanco. Es un color positivo, que transmite paz, pureza, inocencia, optimismo y generosidad, ayudándonos a purificar el alma.

Negro. Tiene connotaciones negativas, ya que es considerado como distante y frío y se asocia a la muerte, aunque representa el poder, el silencio y la elegancia.

Gris. Representa la evasión y una postura intermedia entre el blanco y el negro.

Rojo. Representa energía y vitalidad, el poder y la capacidad de amar, de ser felices y alegres. Aunque su exceso indica la presencia de ira y enfado.

Naranja. Representa la creatividad, la imaginación, energía y vitalidad. Aunque su abuso puede provocar ansiedad.

Amarillo. Se asocia a la luz, la juventud y el calor. Aunque su exceso provoca agotamiento. En el mundo del teatro es un color negativo relacionado con los prejuicios y la cobardía.

Verde. Es símbolo de nueva vida, de la primavera y la esperanza. Tiene relación con la naturaleza y la compasión, aunque también tiene connotaciones negativas (envidia y celos).

Azul. Está relacionado con lo innamovible, con la calma y la sinceridad. Es el color de la nobleza.

Violeta. Es el color más espiritual que ayuda a calmar miedos. Nos ayuda a limpiar nuestra mente y olvidar preocupaciones.

Rosa. Es mezcla de pasión y amor, tanto hacia uno mismo como hacia los demás. Es el color del romanticismo, del amor, de la dulzura y la ternura.

Por tanto, y a modo de conclusión, teniendo en cuenta las circunstancias que nos han tocado vivir, qué mejorar manera que aprovechar este recurso para que afloren nuestras emociones y nos liberemos de las energías negativas. Utilizar mandalas nos ayudará a saber cómo nos sentimos a la vez que nos ayudan a relajarnos y conectar con nuestro yo interior.



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