Egoísmo
Si escogemos la palabra egoísmo y la analizamos, nos encontramos con la raíz ego- y el sufijo -ismo. De esta manera, ego significa el yo, algo individual, y su sufijo -ismo es la tendencia/atención a. Por tanto, egoísmo sería la excesiva atención a uno mismo o sus intereses. Teniendo el cuenta la parte psicológica de este término, podemos decir que el ser humano no se movería por intereses altruistas sino por una conducta interesada, buscando algún tipo de beneficio.
Desde mi punto de vista, y siguiendo a Jean-Jacques Rousseau, el hombre es bueno por naturaleza, sin embargo, cada vez estoy más convencida y coincido con este autor, en que es la sociedad y el poder lo que les corrompe, haciendo que sus actos, conductas y opiniones se muevan por intereses personales, ya sean de tipo individual o familiar, buscando el beneficio de una parte en detrimento de otra, sin valorar otros aspectos o consecuencias de dichas situaciones y, en muchos casos, actuando en pro de una verdad absoluta. No obstante, en cuestiones familiares, deberíamos dar un paso al lado y no influenciar las opiniones o decisiones de los demás, al fin y al cabo cada persona es (o debería ser) dueña de su vida, de sus errores y aciertos.
Al final con esta actitud generalizada sólo conseguimos una sociedad egoísta con personas egoístas, pues al fin y al cabo el ser humano es consecuencia de sus experiencias anteriores, algo que influye en la toma de decisiones. Somos una tabula rasa sobre la que escribimos nuestras experiencias y que, aunque intentemos borrarlas siempre queda una base. Según esto, mientras más mayores (adultos) nos hacemos, más egoístas nos volvemos.
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