Creo que mi padre es...

Creo que, si a cualquiera de nosotros que dijeran la frase "creo que mi padre es..." sabemos perfectamente a qué anuncio y marca nos estamos refiriendo. Tenía yo ganas de analizar este anuncio desde mi humilde opinión, y es que considero que es bueno por varios motivos que conectan directamente con lo que la gente quiere en navidades: alegría, ilusión y magia.

Lo más importante para mí es crear esa magia, esa ilusión que tienen l@s peques. Hazme un favor, pregúntale a tu peque, tu sobrino, sobrina o al peque de un amigo ¿qué es para ti tu padre? Sin dudarlo un segundo, responderá rápidamente, mi padre es un héroe, un superhéroe, un mago... infinitas respuestas posibles a cada cual más novedosa o creativa. Ese es el espíritu que intenta transmitir este anuncio y creo que al final lo consigue. Otro aspecto importante, y que deberíamos destacar del anuncio, es la idea de la corresponsabilidad y es que por fin vemos un anuncio de un padre trabajador que concilia vida familiar y laboral, algo que deberíamos empezar a normalizar y que se debería tener más en cuenta. Las familias necesitamos más ayuda, la conciliación es una utopía, al final hay que priorizar qué es lo más importante, es muy difícil tal y como está el mercado laboral conciliar con la familia. Y otro punto a favor es la melodía y letra, sin dudas, muy pegadiza y animada.

En estas fechas, intentan vendernos la felicidad, la alegría, el estar con los tuyos, rodeados de tu familia, de tus seres queridos, sin embargo, conforme pasan los años esa alegría se transforma en nostalgia, y en lugar de desear la navidad comenzamos a detestarla, y a la vez que nos inundan estos pensamientos nos sentimos raros, diferentes y hasta culpables por estas mal en fechas alegres o que se suponen que debemos estar felices. Para nada debemos sentirnos mal, no hay que ser felices por obligación, o tener que fingir u ocultar nuestros sentimientos, cada persona es única y diferente, y es esa diversidad la que da sentido a la vida, o como se suele llamar en el yin y el yang se encuentra el equilibrio. Lo que una persona debe ser es consecuente con sus ideas o actos y ser felices haciendo lo que realmente quiere. Si bien es verdad, que en estas fechas nos motiva o nos dejamos llevar por los peques de la casa, por mantener viva su inocencia y simplemente el verles felices e ilusionados nos arrancan una sonrisa, porque no hay nada más bonito que la inocencia de un alma blanca y pura, aún sin corromper, que no conoce la malicia, que no conoce el sufrimiento ni la maldad humana.

Creo que son necesarios más anuncios de este tipo, que fomenten la ilusión y la magia, la inocencia de los más peques que al final son los que mueven el mundo, en ellos está el futuro.

Y, si me permitís un consejo, vive cada momento como si fuera único, como si fuera el último y como si no hubiera mañana. Ríe, si sientes que tienes que hacerlo. Llora, si lo consideras oportuno. Pero siempre sé tú mismo. Disfruta de la magia, de la inocencia y de la ilusión de cuando eras niño, deja tu mente en blanco y échala a volar.... sin dudas, yo sí creo que mi padre es...

Hasta que nos volvamos a leer.

Felices Fiestas, Maribel BG.

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