A propósito de los micromachismos

Me apetecía mucho hablar acerca de los micromachismos, que siguiendo al psicólogo Luis Bonino, podemos definirlos como aquellas maniobras interpersonales que son la base de la violencia de género o violencia machista. Son prácticas que son aceptadas socialmente, en contra posición con otras prácticas machistas condenadas por la sociedad. La diferencia entre ambas prácticas, es que la primera es casi imperceptible, se sitúa en los límites, se trata de una violencia suave que tiene sus inicios en el siglo XX a raíz de la conquista por parte de las mujeres de sus derechos, mientras que las otras prácticas, denunciadas y repudiadas por la sociedad, son aquellas que llaman la atención por sus consecuencias extremas, valga de ejemplo las agresiones físicas y/o sexuales. Pero no quiero centrarme en este tema, sino en las micro, en esas conductas sutiles y diminutas, pero que tod@s reconoceremos ahora cuando os ponga ejemplos:

1. El sexismo de nuestro lenguaje. Es indiscutible que nuestro lenguaje fue creado por y para los hombres. El femenino de una palabra es con la terminación en -a. Esta explicación la recibimos en la escuela, durante nuestros primeros años, y nos están enseñando de un modo implícito que el hombre, la forma verbal masculina, es quien manda. Otra forma de entender este machismo es el uso que se hace de las expresiones "coñazo" o "cojonudo", la primera hace referencia a algo negativo y la segunda a algo bueno, positivo.
2. Los roles de género. Tan asumidos por la sociedad que incluso pasan desapercibidos. ¿Habéis ido alguna vez a un centro comercial con un bebé y os habéis fijado en los símbolos de las puertas de los baños con cambiadores? Sí.... Una mamá con un bebé... Y en los juegos infantiles, esa abuela que le dice a su nieta, que esta jugando con su hermano a tomar café o té, "ponle un café a tu hermanito".
3. La hipersexualización de la mujer en contra posición a la imagen del niño/hombre. Todas conocemos la ropa íntima con relleno para realzar ciertas partes, pero ¿os imagináis ropa interior masculina con relleno según que partes? Mención aparte merecen aquellas discotecas o salones de baile que utilizan a las chicas como reclamo sexual, me refiero a diferencias en el precio de las entradas (chicas 5€, chicos 10€).
4. El uso que se hace del espacio público. Fijaros cuando hay un chico sentado en un banco, actitud relajada, piernas abiertas, ¿y la chica? Más recogida, con las piernas normalmente cruzadas. Otro ejemplo de micromachismos del espacio público son los minutos que dedica la sección de deportes a las noticias protagonizadas por chicas y a las protagonizadas por chicos.

Quiero que cada persona que lea esta entrada haga un ejercicio de reflexión y conocimiento de sí misma y sea capaz de distinguir esas pequeñas conductas que todos y todas realizamos en mayor o menor medida, con el objetivo de poner cada una nuestro granito de arena para conseguir erradicar el gran problema social que es la violencia hacia las mujeres en cualquiera de sus manifestaciones, y que no será posible si no comenzamos por modificar las pequeñas conductas del día a día. Si no conseguimos acabar con esto, seguiremos siendo esclavas del sistema patriarcal que impera en nuestra sociedad. Orgullosa me siento cada vez que mi hijo, al cual le encanta el deporte en todas sus variedades, me dice: "mira mami la árbitra ha señalado una falta". Creo que no lo estoy haciendo tan mal...

Un abrazo, a practicar con el ejemplo, y... ¡Hasta que nos volvamos a leer!

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