¡Apapacharos y apegaros!

Acabo de descubrir una nueva palabra que ya me encanta, "apapachar", que viene del idioma náhuatl, y que podemos traducir como "acariciar el alma de otra persona". De esta definición se podría hablar mucho, incluso, abrir un debate, pues muchos se cuestionan la existencia o no del alma. Desde mi punto de vista, para mí, el alma existe. Es lo que nos diferencia de otros seres vivos, es lo que perdura al final de todo. Nuestro cuerpo muere, pero lo que queda es nuestro alma, nuestra energía, que no muere ni desaparece, simplemente se transforma. Pues bien, apapachar sería ir más allá de un simple abrazo, es llegar a abrazar el alma de esa persona, de reconfortarla para que se sienta segura. No se trataría de un simple abrazo, de un abrazo cualquiera que se da a cualquier persona, no todos los abrazos saben igual ni todos los abrazos se dan con la misma intensidad. Apapachar estaría muy relacionado con el amamantamiento de un bebé, con ese momento mágico en el que...